Mark zanja el tema del alerón de Silverstone



Celebración en el equipo Red Bull


El australiano Mark Webber, crítico con su propio
equipo tras ganar el pasado fin de semana en Silverstone (Inglaterra), asegura
ahora por medio de un comunicado escrito comprender los motivos que llevaron a
Red Bull a poner su alerón delantero a su compañero de equipo, Sebastian
Vettel:


"Hemos dado buena cuenta en la fábrica de lo que pasó el fin de semana, y
hemos refrescado el ambiente".
El pasado domingo, Webber dijo por radio que su victoria no estaba mal para
ser el segundo piloto, en claras alusiones a la decisión de Horner de reemplazar
el alerón roto de Vettel en los libres con el nuevo diseño reservado para
Webber.
Muchas fueron las críticas por esta decisión, entre los aficionados y la
prensa. Pero Horner no podría imaginar que el propio Webber también mostraría su
disgusto ante una audiencia mundial millonaria en directo. Ahora, Webber asegura
ver las cosas de otra manera, al disponer de más información: "Obviamente
comprendo por qué un equipo debe en ciertos momentos favorecer a un piloto con
más puntos en el campeonato cuando no hay medios suficientes para
ambos".
Las críticas en torno a los comentarios de Webber, sabiendo que iban a ser
retransmitidos por la televisión, no han faltado. El propio Horner habló con el
piloto de 33 años para que midiera sus palabras la próxima vez y no diera una
sensación de desunión ante el público. Y Webber está de acuerdo: "Los
comentarios de Silverstone se dijeron en el calor del momento. Ahora
probablemente, con la visión del tiempo pasado, no se deberían haber
dicho". Webber se disculpa a sí mismo alegando a la tensión que supone todo
un fin de semana de carreras: "La Fórmula 1 es altamente fiera y
competitiva; las emociones y la adrenalina corren al máximo de vez en
cuando".
Mark quiere así zanjar definitivamente el tema, dar por cerrado el agridulce
episodio de Silverstone y enmendar las posibles relaciones enfriadas por sus
declaraciones: "Horner y yo somos amigos. Tenemos un respeto mutuo grande.
La relación con el equipo se extiende a los pilotos. Sé que tengo a un buen
piloto por compañero, y no me gustaría que fuera de otra manera. Sebastian y yo
no somos enemigos; sólo dos pilotos que presionan al máximo y quieren lo mejor
para ellos mismos y para el equipo. Es tan simple como eso".